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606 ÓPTICA GEOMÉTRICA II
La pupila del ojo se coloca en un punto muy próximo al foco del ocular, para captar el mayor
flujo luminoso posible que parte del punto objeto; tal punto de mayor rendimiento luminoso, es la
imagen del centro óptico del objetivo H.
La propia montura del objetivo es la pupila de entrada del sistema, limitando el flujo luminoso
entrante en el anteojo; la imagen de tal abertura (lente objetivo en el dibujo) en el ocular, determi-
na la pupila de salida o anillo ocular, que da paso a todo el flujo luminoso que pasa por la pupila
de entrada.
y
HA - ¢
¢
AUMENTO. En el triángulo se tiene (Fig. XXV-40): tg (-a ) = tg - a = =
¢¢ f
HF 2 2 ¢
1
:
1
2
y en el triángulo HF P ¢¢ tg a = ¢ FP ¢¢ - y¢ Þ A= tg a =- f ¢ =- j ¢
=
1
a
HF¢ f ¢ tg ¢ f ¢ j ¢
1
2
1
1
j
j
siendo ¢ y ¢ las convergencias de ocular y objetivo respectivamente. El valor negativo del au-
1
2
mento nos indica que las imágenes se ven invertidas.
«El aumento es directamente proporcional a la convergencia del ocular, e inversamente
proporcional a la convergencia del objetivo».
Para obtener grandes aumentos el objetivo debe ser de pequeña convergencia (gran distancia
focal) y el ocular de gran convergencia (pequeña distancia focal).
Si el ojo observador es normal y se verifica una visión sin acomodación, la imagen formada
por el objetivo deberá situarse en el foco objeto del ocular (Fig. XXV-41) (se ha realizado el dibujo
considerando objetivo y ocular como sistemas centrados). Así la imagen de P¢se forma en P¢¢(en
el infinito) y esta imagen produce por intermedio del cristalino una imagen en la retina. Las imá-
genes se observan invertidas.
El anteojo astronómico forma un sistema de los llamados telescópicos.
Fig. XXV-41. Anteojo astronómico (visión al infinito). MUESTRA PARA EXAMEN. PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN. COPYRIGHT EDITORIAL TÉBAR
XXV 46. Anteojo terrestre
Para que las imágenes se formen derechas en el anteojo, se usan diversos procedimientos,
constituyendo los ANTEOJOS TERRESTRES.
En el que se suele llamar propiamente «ANTEOJO TERRESTRE» se interpone un par de inversión
entre el objetivo y el ocular del astronómico. Éste está constituido en general por un sistema te-
lescópico de dos lentes convergentes, es decir, que tales lentes distan entre sí la suma de las distan-
cias focales. La imagen formada por el objetivo del anteojo, se sitúa en el foco objeto de la prime-
ra lente del par; los rayos paralelos entre sí, que llegan a la lente posterior, forman la imagen en el
Fig. XXV-42. Par inversor.
foco-imagen de tal lente (Fig. XXV-42). Esta última imagen es observada a través del ocular del
anteojo.
XXV 47. Anteojo de Galileo
En el ANTEOJO DE GALILEO (Fig. XXV-43) el objetivo es idéntico al del anteojo astronómico, su
ocular es divergente y está situado (ojo normal) de forma que coinciden el foco imagen del ob-
jetivo con el foco objeto del ocular (F en la figura). Los rayos procedentes de P en el infinito,
formarían una imagen P¢, punto del plano focal del objetivo. Antes de formarse esta imagen se
encuentran los rayos con el ocular y por ser rayos «cuyas prolongaciones coinciden en un punto
del plano focal objeto de una lente divergente» emergen paralelos entre sí. La imagen de P se
forma en P¢¢en el infinito. El aumento es positivo y su valor absoluto igual al del anteojo as-
Fig. XXV-43. Anteojo de Galileo. tronómico.