Page 375 - Fisica General Burbano
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PERCEPCIÓN DEL SONIDO 387


          nes de la varilla se transmiten al émbolo E que cierra el tubo T. El gas del inte-
          rior del tubo entra en vibración produciéndose ondas estacionarias; en los no-
          dos de ellas se forman montoncitos de un polvo fino, que previamente se habrá
          introducido en el tubo. La posición de la pared A se puede modificar para que
          exista «resonancia» entre el tubo y la varilla.
             Por haberse formado vientres en sus extremos y un nodo en el centro, la lon-
          gitud de la varilla es:                                                    Fig. XVII-50.– Tubo de Kundt.

                                               l  1  c
                                           L =   =
                                               2  2  n
          siendo c la velocidad de propagación del sonido en la sustancia sólida que forma la varilla y n la
          frecuencia de la nota emitida.
             La distancia entre dos montoncitos de polvillo en el interior del tubo (distancia entre dos nodos
          consecutivos) es:
                                               l ¢ 1  c ¢
                                           L ¢ =  =
                                               2  2  n
          siendo c¢la velocidad del sonido en el gas que llena el tubo. Por cociente, obtenemos:
      MUESTRA PARA EXAMEN. PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN. COPYRIGHT EDITORIAL TÉBAR
                                              L   c
                                                =
                                              L¢  c¢
             Si el gas que llena el tubo es aire, su velocidad c¢ya es conocida; medidos L y L¢se puede de-
          terminar la velocidad c, en la sustancia sólida.
             Conocida ya la velocidad del sonido en la varilla, podremos determinar velocidades en los ga-
          ses o líquidos, sin más que repetir la experiencia llenando el tubo de diversos gases o líquidos; en
          este último caso el polvillo que se emplea es de limaduras de un metal.
             Actualmente para medidas en gases se sustituye la varilla por un altavoz excitado mediante un
          generador (oscilador de audiofrecuencia) con el que variar la frecuencia a voluntad.
             El tubo de Kundt es muy empleado para medir la influencia sobre la velocidad del sonido de
          factores ambientales como la temperatura o la humedad relativa, e incluso para la medida de la
          constante adiabática g de un gas.

          XVII – 41. Diapasón
             Es una varilla metálica doblada en forma de U y sujeta por su centro. En sus extremos se for-
          man vientres y en el centro nodo. El sonido es casi puro ya que únicamente el primer armónico es
          algo sensible.
             Conocida la frecuencia de un diapasón se puede determinar muy sencillamente la velocidad
          de propagación del sonido en el aire, mediante el dispositivo esquematizado en la Fig. XVII-51.
          Disponemos de un tubo de vidrio (A), comunicado por medio de un tubo de goma, con un depó-  Fig. XVII-51.– Para la determinación
          sito con agua (D). Subiendo éste hacemos que el agua llegue hasta la parte superior del tubo. En  de la velocidad de propagación del
          las proximidades de su boca colocamos un diapasón vibrando que emite una nota de frecuencia  sonido en el aire.
          (n) conocida. Hacemos descender el agua hasta que se perciba resonancia (una mayor intensidad)
          en el tubo de vidrio; medimos la longitud L de la parte vacía y con estos datos se puede calcular la
          velocidad de propagación del sonido en el aire.
                                          1 c
                                       n =      Þ   c  = 4L n
                                          4 L
             PROBLEMAS:84 al 88.


                                  J) PERCEPCIÓN DEL SONIDO
          XVII – 42. Oído humano
             Las vibraciones longitudinales del aire, penetran por el «pabellón de la oreja» (P)
          (Fig. XVII-52); continúa la propagación de las ondas por el «conducto auditivo externo»
          (C) hasta llegar a la «membrana del tímpano» (T) que «azotada» por el aire vibrante,
          entra, a su vez, en vibración; ésta es transmitida por la cadena de huesecillos (martillo,
          yunque y estribo (1, 2 y 3)) a la membrana que cierra la «ventana oval» (O) la cual
          transmite, a su vez, al líquido linfático que llena el «caracol» (CA), situado en el «oído
          interno».
             Desarrollando el caracol, es decir, estirando su espiral y en una de sus partes, se
          compone, muy esquemáticamente, de un conducto, uno de cuyos límites (pared infe-
          rior de la figura) es la «membrana basilar» (MB) la cual tiene unas 20 000 fibrillas de di-
          versas longitudes (0,04-0,5 mm), que (unas u otras) entran en vibración, en resonancia  Fig. XVII-52.– Receptor humano del sonido: el
          con las vibraciones de la ventana oval y del líquido linfático; estas fibrillas agitan a las  oído.
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