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FENÓMENOS MOLECULARES EN LOS LÍQUIDOS 289


          mos a las que se encuentran a la distancia r ) a distancias r > r interaccionando entre sí por las
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          fuerzas de atracción que llamamos de COHESIÓN, por cuyo efecto permanecen unidas para el caso
          de sólidos y líquidos.
             En consecuencia, una molécula cualquiera en el interior de un líquido en reposo atrae, y a su
          vez es atraída por todas las moléculas que la rodean, acciones que se manifiestan en un espacio
          llamado campo de fuerzas. Si dentro de este campo hay homogeneidad, las acciones iguales en
          todas las direcciones y sentidos se equilibran (Fig. XIII-16, molécula A).
             Pero las fuerzas de cohesión disminuyen rápidamente al aumentar la distancia y, prácticamen-
          te, solo se tendrán en cuenta las acciones de aquellas moléculas que se encuentran lo suficiente-
          mente próximas a ella; definiendo:
                El RADIO DE ACCIÓN MOLECULAR (R) es la distancia en la cual son sensibles las fuerzas de co-
                hesión, y a la esfera de radio R la llamamos ESFERA DE ACCIÓN MOLECULAR.  Fig. XIII-16.– Fenómenos molecula-
                                                                                         res en los líquidos.
             Dentro de la esfera de acción molecular trazada alrededor de una molécula cualquiera A en el
          interior de un líquido en reposo, hay un gran número de moléculas, las fuerzas debidas a ellas so-
          bre la A están dirigidas en los distintos sentidos y en promedio se compensan y, por tanto, la fuer-
          za resultante sobre ella es nula.
             Si la homogeneidad material no existe en el campo de fuerzas, la homogeneidad en la cohe-
          sión tampoco existe, originándose la serie de fenómenos que a continuación se describen.
      MUESTRA PARA EXAMEN. PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN. COPYRIGHT EDITORIAL TÉBAR
          XIII – 9. Presión molecular
             Supongamos que sobre la superficie libre de un líquido, que también hace de superficie de se-
          paración entre dos medios, existe un gas muy expansionado y las acciones moleculares de éste so-
          bre las del líquido son despreciables por su pequeña concentración.
             En estas condiciones, sobre la molécula B (Fig. XIII-16) que se encuentra separada de la super-
          ficie libre del líquido una distancia menor que el radio de acción molecular, también sobre la C
          perteneciente a tal superficie, actúan un número diferente de moléculas por cada lado (en la Fig.
          XIII-16 no están compensadas las acciones de las moléculas con sombreado más intenso), y en
          consecuencia las fuerzas que ejercen sobre B o C no se compensan entre sí, dando lugar a una
          fuerza resultante F dirigida hacia el interior del líquido y perpendicular a su superficie libre.
             En consecuencia: sobre toda la capa próxima a la superficie libre del líquido en equilibrio y
          que tiene un espesor igual al radio de acción molecular, actúan fuerzas normales a ella y hacia el
          interior del líquido, luego:
                La capa superficial de un líquido en equilibrio, ejerce sobre el resto del líquido una presión
                que llamamos PRESIÓN MOLECULAR.
             Esta presión existe independientemente de las causadas por las fuerzas exteriores, por ejemplo:
          la presión hidrostática debida a las fuerzas de gravitación.
             Las fuerzas causantes de la presión molecular, hacen que las moléculas del líquido se aproxi-
          men, compensándose en el equilibrio por las fuerzas de repulsión que aparecen por este acerca-
          miento.
             Debido a que las fuerzas de atracción molecular en la capa superficial de un líquido están diri-
          gidas hacia su interior, existe la tendencia de las gotas de líquido a adquirir forma esférica; las fuer-
          zas gravitacionales se oponen a esa tendencia pero, para las gotas pequeñas estas fuerzas influyen
          poco y la forma de las gotas es casi esférica. Si sobre el líquido no actúa ninguna fuerza externa, la
          posición de equilibrio de su superficie será aquella en que las fuerzas causantes de la presión mo-
          lecular sean normales a ella, adoptando la forma esférica. Así por ejemplo, una gota de agua en
          caída libre (téngase en cuenta que sus moléculas están en ingravidez y en equilibrio relativo), toma
          la forma esférica; en una disolución de alcohol en agua con una proporción tal que adquiera una
          densidad igual a la de un determinado aceite no miscible con la disolución, al ser introducido en
          ella, la acción gravitatoria sobre el aceite queda compensada con el empuje de Arquímedes y flo-
          tará en el interior de la mezcla adaptando forma esférica.
          XIII – 10. Fenómeno de superficie: tensión superficial

             Para comprender y cuantificar los fenómenos de superficie en líquidos, los comparamos con
          un símil mecánico que consiste en identificar una membrana elástica estirada y en equilibrio con la
          película superficial del líquido, también resistente a la ruptura y, así por ejemplo, se observa cómo
          partículas más densas que el agua (polvo, insectos y aun un alfiler colocado cuidadosamente) flo-
          tan en su superficie. Esta analogía deja de corresponderse al estirar la membrana, por cuyo efecto
          la tensión aumenta, en cambio la fuerza de tensión superficial permanece constante con el aumen-
          to de superficie del líquido.
             Consideremos una molécula C (Fig. XIII-16), en la superficie del líquido. Estará sometida a las
          atracciones del propio líquido, que actúan en una semiesfera de acción produciendo una resul-
          tante vertical y hacia abajo F, y una serie de fuerzas superficiales f cuyas acciones se compensan
          (Fig. XIII-17).
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