Page 467 - Física Tippens: Conceptos y Aplicaciones, Séptima Edición Revisada
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448       Capítulo  22   Sonido

                              Vibración forzada y resonancia

                              Cuando  un  cuerpo  que  está vibrando  se  pone  en  contacto  con  otro,  este  otro  es  forzado  a
                              vibrar con la misma frecuencia que el original. Por ejemplo, si se golpea un diapasón con un
                              martillo y luego se coloca su base contra la cubierta de una mesa de madera, la intensidad del
                              sonido se incrementará repentinamente. Cuando se quita de la mesa el diapasón, la intensidad
                              disminuye a su nivel original. Las vibraciones de las partículas de la mesa en contacto con el
                              diapasón se llaman vibraciones forzadas.
                                  Hemos visto que  los  cuerpos  elásticos tienen ciertas  frecuencias  naturales  de vibración
                              características del material y de las condiciones de frontera. Una cuerda tensa de una longitud
                              definida  puede  producir  sonidos  de  frecuencias  características.  Un  tubo  abierto  o  cerrado
                              también  tiene  frecuencias  naturales  de  vibración.  Siempre  que  se  aplican  a  un  cuerpo  una
                              serie de impulsos periódicos de una frecuencia casi igual a alguna de las frecuencias naturales
                              del cuerpo, éste  se  pone a vibrar con una amplitud relativamente grande.  Este fenómeno se
                              conoce como resonancia o vibración simpática.
                                  Un ejemplo de resonancia es el caso de un niño sentado en un columpio. La experiencia
                              nos indica que el columpio puede ser puesto en vibración (oscilación) con gran amplitud por
                              medio de una serie  de pequeños empujones  aplicados  a intervalos regulares.  La resonancia
                              se producirá únicamente cuando los empujones estén en fase con la frecuencia natural de vi­
                              bración del columpio. Una ligera variación de los pulsos de entrada dará como resultado una
                              vibración pequeña o incluso ninguna.
                                  El refuerzo del sonido por medio de la resonancia tiene múltiples aplicaciones, así como
                              también buen número de consecuencias desagradables. La resonancia en una columna de aire
                              en un tubo de órgano amplifica el débil sonido de una vibración de un chorro de aire vibrante.
                              Muchos instrumentos musicales se diseñan con cavidades resonantes para producir una varie­
                              dad de sonidos. La resonancia eléctrica en los receptores de radio permite al oyente percibir
                              con claridad las señales débiles.  Cuando  se sintoniza la frecuencia de la estación elegida, la
                              señal se amplifica por resonancia eléctrica. En auditorios mal diseñados o enormes  salas de
                              concierto, la música y las voces pueden tener un sonido hueco desagradable al oído.  Se sabe
                              que  los  puentes  se  destruyen  debido  a vibraciones  simpáticas  de  gran  amplitud producidas
                              por ráfagas de viento.



                              Ondas sonoras audibles

                              Hemos definido el sonido como una onda mecánica longitudinal que se propaga por un me­
                              dio elástico. Ésta es una definición amplia que no impone restricciones a ninguna frecuencia
                              del sonido. Los fisiólogos se interesan principalmente en las ondas sonoras que tienen la ca­
                              pacidad de afectar el sentido del oído. Por tanto, es conveniente dividir el espectro del sonido
                              en tres  intervalos  de frecuencias:  sonido  audible,  sonido  infrasónico y sonido  ultrasónico.
                              Estos intervalos se definen como sigue

                                 Sonido  audible  es el  que  corresponde  a  las ondas sonoras en  un  intervalo  de
                                frecuencias de 20 a 20 000  Hz.
                                 Las ondas sonoras que tienen  frecuencias  por debajo del  intervalo  audible se
                                denominan  infrasónicas.

                                 Las ondas sonoras que tienen frecuencias  por encima  del  intervalo  audible  se
                                 llaman  ultrasónicas.

                                  Cuando  se  estudian los  sonidos  audibles,  los  fisiólogos usan los  términos fuerza,  tono
                              y  calidad (timbre)  para  describir las  sensaciones  producidas.  Por desgracia,  estos  términos
                              representan  magnitudes  sensoriales  y, por tanto,  subjetivas.  Lo  que  es  volumen fuerte para
                              una persona es moderado para otra.  Lo que alguien percibe como calidad, otro lo considera
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