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104   FUERZA Y MASA. LAS TRES LEYES DE NEWTON. ESTÁTICA DE LA PARTÍCULA


                                    decir, con aceleración respecto de otro inercial. Interpretar de esta forma los movimientos nos obli-
                                    ga, como vamos a ver, a introducir en su descripción unas fuerzas ficticias desde el punto de vista
                                    de un observador inercial, a las que llamaremos FUERZAS DE INERCIA o PSEUDOFUERZAS.
                                       Por ahora analicemos unos ejemplos sencillos que nos conducirán a enunciar el principio de
                                    equilibrio dinámico. Supongamos que un observador desde la acera de una carretera (sistema
                                    inercial) ve arrancar un coche y describe el fenómeno diciendo que por efecto de la fuerza produ-
                                    cida por el motor el coche se mueve con una aceleración, y cuantifica el fenómeno escribiendo la
                                    segunda ley de Newton: F =Ma. Un observador en el interior del coche (sistema no inercial) dice
                                    que debido a la fuerza que el motor ejerce sobre el auto, sobre él actúa una fuerza en sentido con-
                                    trario que le aprieta al respaldo del asiento, concluye diciendo que sobre el coche con todos sus
                                    ocupantes, actúa una fuerza (que repetimos, es ficticia desde el punto de vista inercial) de sentido
                                    contrario a la fuerza producida por el motor. Es decir, el observador no inercial saca en conse-
                                    cuencia que: «Cuando una fuerza (F) produce una aceleración a un cuerpo, se origina en éste, una
                                    fuerza igual y opuesta a la primera. El valor de esta fuerza es – Ma, tal fuerza se llama “FUERZA DE
                                    INERCIA”». `[Principio de Jean le Rond D’ALEMBERT (1717-1783].

                                                                     F - M a =0

                                          «En todo sistema, la suma de todas las fuerzas que actúan sobre él incluidas las de inercia,
                                          ha de ser igual a cero» (PRINCIPIO DE EQUILIBRIO DINÁMICO).
                                       Las fuerzas de inercia no verifican al principio de acción y reacción puesto que no son el pro-
                                    ducto de la interacción entre dos cuerpos.
                                                                   Este método de resolver los problemas, menos pedagógi-
                                                                 co que la aplicación del segundo principio de Newton, y en el
                                                                 que utilizaremos no sólo las fuerzas «reales» sino también las
                                                                 de inercia, nos reduce el problema dinámico a uno de estática
                                                                 que en ocasiones es más sencillo e incluso más intuitivo.
                                                                   Analicemos otro ejemplo que nos permite aclarar más lo
                                                                 anteriormente dicho. Supongamos la situación esquematiza-
                                                                 da en la Fig. V-24. El vehículo se mueve con aceleración a
                                                                 hacia la derecha. El observador inercial interpreta la inclina-
                                                                 ción del péndulo razonando que, para que la esfera se acele-
                                                                 re solidariamente con todo el vehículo, la resultante F =mg +
                                                                 T debe ser horizontal, verificándose  F =ma. Por la misma
                                                                 razón, su compañero del interior del vehículo debe agarrarse
                                                                 fuertemente al soporte. El observador no inercial, que supon-
                                                                 dremos incapaz de ver el exterior del vehículo, además de
                        Fig. V-24.– Fuerzas de inercia.
                                                                 notar un tirón hacia la izquierda que debe compensar con la
                                                                 fuerza de su brazo para evitar caer, ve el péndulo inclinado y MUESTRA PARA EXAMEN. PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN. COPYRIGHT EDITORIAL TÉBAR
                                                                 en reposo con respecto a él. Si quiere asociar reposo con
                                    fuerza resultante nula, debe introducir una fuerza,  F , sobre el péndulo para escribir:
                                                                                  in
                                    T +mg +F =0, o bien: F +F =0, respondiendo esta ecuación al principio de D’Alambert. Tan-
                                             in
                                                            in
                                    to el observador inercial como el no inercial pueden escribir ecuaciones válidas referentes al pén-
                                    dulo, F =ma y F +F =0 respectivamente (con F =–ma).
                                                                           in
                                                    in
                                       De la misma naturaleza es, la fuerza que tira hacia afuera al ocupante de un vehículo que des-
                                    cribe una curva (fuerza centrífuga), causa ésta misma de la ingravidez en un vehículo espacial.
                                       Analicemos desde éste punto de vista el ejemplo dado en el párrafo V-12 y que representába-
                                    mos en la Fig. V-14. Si nos situamos ahora sobre la masa m como observadores no inerciales (Fig.
                                    V-25) notaremos una fuerza que nos empuja hacia fuera y veremos el centro de la trayectoria
                                    siempre a la misma distancia de nosotros, es decir, respecto de la dirección radial estamos en repo-
                                    so. Escribiremos (principio de D’Alembert): T +mg +F =0, o bien la componente horizontal de
                                                                               cf
                                    T: T =F , donde con F designamos a la fuerza que nos empuja hacia fuera y que llamaremos
                                       H
                                                        cf
                                           cf
                                    FUERZA CENTRÍFUGA. Esta fuerza, que nos inventamos y que nadie nos hace, es de igual módulo y
                                                                         2
                                    de sentido contrario que la centrípeta, F =–mv n/R (n es el vector unitario normal a la trayecto-
                                                                   cf
                                    ria de la partícula y dirigido hacia su centro).
                                       Como se ve en las ecuaciones anteriores, ambos observadores llegarán a los mismos resultados
        Fig. V-25.– Descripción del movi-
        miento del péndulo cónico por un  numéricos para sus cálculos. El observador inercial no interpreta la «tendencia» hacia afuera del no
        observador montado en la partícula  inercial como una fuerza, sino como una «tendencia» (inercia) a seguir con movimiento rectilíneo y
        (sistema no inercial).      uniforme.
                                       Para la resolución de muchos problemas de mecánica, nos conviene describir el movimiento
                                    de una partícula en movimiento curvilíneo, desde el punto de vista de un observador montado en
                                    ella (sistema no inercial), por la simplificación que ello introduce.
                                       PROBLEMAS: 55, 59, 71, 72, 95, 104 y 123.
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