Page 390 - Física Tippens: Conceptos y Aplicaciones, Séptima Edición Revisada
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18.2 Conducción 371
La fuente más evidente de energía radiante es nuestro propio Sol. Ni la conducción ni la con
vección pueden intervenir en el proceso de transferencia que hace llegar su energía térmica, a
través del espacio, hasta la Tierra. La enorme cantidad de energía térmica que recibe nuestro
planeta se transfiere por radiación electromagnética. Sin embargo, cuando entra en juego un
medio material, la transferencia de calor que se puede atribuir a la radiación generalmente es
pequeña, en comparación con la cantidad que se transfiere por conducción y convección.
Por desgracia, hay gran número de factores que afectan la transferencia de energía térmica
por los tres métodos. La tarea de calcular la cantidad de energía térmica transferida en cierto
proceso es complicada. Las relaciones que se analizarán en las secciones ulteriores se basan
en observaciones empíricas y se consideran condiciones ideales. El grado en que sea posible
encontrar esas condiciones determina, en general, la exactitud de nuestras predicciones.
Conducción
Cuando dos partes de un material se mantienen a temperaturas diferentes, la energía se trans
fiere por colisiones moleculares de la más alta a la más baja temperatura. Este proceso de
conducción es favorecido también por el movimiento de electrones libres en el interior de la
sustancia, los cuales se han disociado de sus átomos de origen y tienen la libertad de moverse
de uno a otro átomo cuando son estimulados ya sea térmica o eléctricamente. La mayoría de
los metales son eficientes conductores del calor porque tienen cierto número de electrones
libres que pueden distribuir calor, además del que se propaga por la agitación molecular. En
general, un buen conductor de la electricidad también lo es del calor.
La ley fundamental de la conducción térmica es una generalización de resultados ex
perimentales relacionados con el flujo de calor a través de un material en forma de placa.
Consideremos la placa de espesor L y área A de la figura 18.2. Una cara se mantiene a una
temperatura t y la otra a una temperatura t'. Se mide la cantidad de calor Q que fluye en di
H ¿ h rección perpendicular a la cara durante un tiempo r. Si se repite el experimento para diversos
materiales de diferentes espesores y áreas de la cara, estaremos en condiciones de hacer algu
Figura 18.2 Medición de
nas observaciones generales relacionadas con la conducción de calor:
la conductividad térmica.
1. La cantidad de calor transferido por unidad de tiempo es directamente proporcional
a la diferencia de temperatura (Ai = t'— i) entre las dos caras.
2. La cantidad de calor transferido por unidad de tiempo es directamente proporcional
al área A de la placa.
Como el aire es mucho 3. La cantidad de calor transferido por unidad de tiempo es inversamente proporcional
mejor aislador que el al espesor L de la placa.
metal, algunas bombas
caloríficas de alta Estos resultados se pueden expresar en forma de ecuación introduciendo la constante de
tecnología conducen el proporcionalidad k. Así pues, escribimos
calor a través de metal
para extraerlo de la Q A t
parte sobrecalentada H — — = kA— (18.1)
hacia un área más fría. t L
donde H representa la razón con la que se transfiere el calor. Aun cuando la ecuación se
estableció para un material en forma de placa, también se cumple para una barra de sección
transversal A y longitud L.
La constante de proporcionalidad k es una propiedad de cada material que se conoce
como conductividad térmica. A partir de la ecuación anterior, se puede observar que las
sustancias con alta conductividad térmica son buenas conductoras del calor, mientras que
las sustancias con baja conductividad son conductoras pobres o aislantes.
La conductividad térmica de una sustancia es una medida de su capacidad
para conducir el calor y se define por medio de la relación:
k = (18.2)
rA Ai