Page 662 - Física Tippens: Conceptos y Aplicaciones, Séptima Edición Revisada
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33.1 ¿Qué es la luz? 643
Una barra de hierro en reposo sobre una mesa se encuentra en equilibrio térmico con todo lo
que está a su alrededor. Por su apariencia externa uno jamás sospecharía que internamente
está activa. Todos los objetos emiten continuamente energía térmica radiante que está re
lacionada con su temperatura. La barra está en equilibrio térmico tan sólo porque irradia y
absorbe energía con la misma proporción. Si se rompe el equilibrio al poner un extremo de la
barra en contacto con una llama, la barra se vuelve más activa en su interior y emite energía
térmica con mayor rapidez. Mientras el calentamiento continúa hasta alcanzar más o menos
600°C, parte de la radiación emitida desde la barra se torna visible; lo cual significa que afec
ta nuestro sentido de la vista. El color de la barra se torna rojo claro y se va volviendo más
brillante a medida que se le suministra más calor.
La energía radiante emitida por este objeto, antes que dicho efecto se haga visible, consiste
en ondas electromagnéticas de longitudes de onda mayores que la correspondiente a la luz roja.
Las ondas de ese tipo se conocen como rayos infrarrojos, lo que significa “por debajo del rojo’-.
Si la temperatura de la barra se incrementa hasta aproximadamente 1500°C, se pone al rojo
blanco, lo que indica una extensión aún más amplia de la energía radiante en la región visible.
Este ejemplo establece las bases para nuestro estudio sobre la luz. La naturaleza de la luz
no es fundamentalmente distinta de la naturaleza u otros tipos de radiaciones electromagnéti
cas, por ejemplo, el calor, las ondas de radio o la radiación ultravioleta. La característica que
distingue a la luz de otras radiaciones es su energía.
La luz es radiación electromagnética capaz de afectar el sentido de la vista.
El contenido de energía de la luz visible varía de aproximadamente 2.8 X 10“19 J a casi
5.0 X 10“19J.
¿Qué es la luz?
La respuesta a esta pregunta ha sido en extremo huidiza a través de la historia de la ciencia. La
larga búsqueda para encontrar tal respuesta es un ejemplo que nos sirve de modelo con el fin
de ilustrar el procedimiento científico aplicable en la resolución de un problema. Cada una de
las hipótesis que surgieron con miras a explicar la naturaleza de la luz se puso a prueba, tanto
lógica como experimentalmente. La afirmación de los filósofos de la antigüedad acerca de que
el ojo emitía los rayos visuales hasta llegar al objeto percibido fracasó desde el punto de vista
lógico y también en el plano experimental.
A fines del siglo xvn se propusieron dos teorías para explicar la naturaleza de la luz: la
teoría de partículas (corpuscular) y la teoría ondulatoria. El principal defensor de la teoría
corpuscular fue sir Isaac Newton. La teoría ondulatoria era apoyada por Christian Huygens
(1629-1695), un matemático y científico holandés 13 años mayor que Newton. Cada una
de esas teorías intentaba explicar las características de la luz observadas en esa época. Tres de
estas importantes características se resumen a continuación:
1. Propagación rectilínea: La luz viaja en línea recta.
2. Reflexión: Cuando la luz incide en una superficie lisa, regresa a su medio original.
3. Refracción: La trayectoria de la luz cambia cuando penetra a un medio transparente.
De acuerdo con la teoría corpuscular, las partículas muy pequeñas, de masa insignificante,
eran emitidas por fuentes luminosas tales como el Sol o una llama. Estas partículas viajaban hacia
fuera de la fuente en líneas rectas con enorme rapidez. Cuando las partículas entraban al ojo, se
estimulaba el sentido de la vista. La propagación rectilínea se explicaba fácilmente en términos
de partículas. En realidad, uno de los más fuertes argumentos en favor de la teoría corpuscular se
basó en esta propiedad. Se pensaba que las partículas producían sombras con contornos bien de
finidos como se muestra en la figura 33.1a, mientras que las ondas pueden flexionarse alrededor
de los bordes. Dicha flexión de las ondas, como muestra la figura 33.1b, se llama difracción.
Las sombras nítidas que se forman bajo los rayos luminosos hicieron pensar a Newton que
la luz se debía componer de partículas. Huygens, por otra parte, explicó que la flexión de las
ondas acuáticas y las ondas sonoras alrededor de los obstáculos se apreciaba fácilmente debido
a sus grandes longitudes de onda. Él razonaba que si la luz era en realidad una serie de ondas