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498   EL CAMPO MAGNÉTICO


                                      Para aclarar lo dicho razonemos sobre un «modelo» sencillo. Supongamos que una carga  q
                                   describe una trayectoria circular de radio R con velocidad angular w (Fig. XXI-58). Comprobemos
                                   que el movimiento de tal carga equivale a una espira circular de radio R por la cual circularía una
                                   intensidad de corriente I cuyo valor es:
                                                                         qL
                                                                    I =    2
                                                                       2 p  RM
                                   M = masa de la partícula de carga q,  L =momento angular orbital de la partícula. En efecto: si la
                                   trayectoria es la de la figura y la velocidad angular es w, la frecuencia será: n =w/2p, y por el
                                   punto P pasa la partícula n veces en un segundo, luego, en un segundo por el punto P pasa una
                                   carga qn, por tanto, en un intervalo de tiempo dt la carga dq que pasará por P será: dq =nq dt,
                                   luego la intensidad de la corriente a que da lugar (equivale) el movimiento de esa partícula carga-
                                   da será:
                                                                    dq       w
                                                                 I =   =n  q =  q
                                                                    dt      2 p
                                      Por otra parte, el momento angular de la partícula es: L =L w,(L =momento de inercia res-
                                                   2
                                   pecto al centro =MR ), entonces:
                                                                   1   L     q L
                                                                I =  q   =       2                        c.q.d.
                                                                  2 p  L   2 p  MR
                                      El «circuito» obtenido tendrá un momento magnético (ver párrafo XXI-7) cuyo valor será:
                                          2
                                   m =I p R , es decir: m =qL/2M. Como m es un vector perpendicular al plano del circuito y el
                                   momento angular L también, se verifica que:
                                                                        1 q
                                                                    m =     L
                                                                        2 M
                                      Este resultado obtenido con un «modelo» muy sencillo, se demuestra que tiene una validez
                                   mucho más general, de forma que si consideramos una partícula cargada con un momento angu-
                                   lar J cuyo valor según vimos en mecánica es: J =L +S, a tal momento cinético le está asociado
                                   un momento magnético cuyo valor es:
       Fig. XXI-58.– Trayectoria seguida                                1 q
       por una carga q con velocidad angu-                          m =     J
         ®
       lar .                                                            2 M
         w
                                      Existen sustancias en que los momentos magnéticos de sus átomos o moléculas son nulos, en
                                   otras tiene un valor determinado. Si en las segundas los momentos magnéticos atómicos o mole-
                                   culares están orientados al azar su resultante es nula en todo el volumen del material (Fig. XXI-
                                   59a). Si a los materiales de este tipo se les somete a un campo magnético externo, los momentos MUESTRA PARA EXAMEN. PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN. COPYRIGHT EDITORIAL TÉBAR
                                   magnéticos «tienden» a orientarse en la dirección del campo Fig. XXI-59b), de manera que dan re-
                                   sultante no nula en la dirección del campo.
                                      Teniendo en cuenta que a cada momento magnético le corresponde un «pequeño circuito» que
                                   podemos suponer circular o elíptico, podemos representar una sección transversal del cilindro an-
                                   terior en el supuesto que la orientación fuera total, de la forma indicada en la (Fig. XXI-60).
                                      Las corrientes moleculares están orientadas de tal forma que cada circuito elemental está junto
                                   a otro (Fig. XXI-61a) con lo que las influencias de sus corrientes se cancelan entre sí, excepto las
                                   de la periferia del material. El conjunto es equivalente (Fig. XXI-61b) a un circuito que se extiende
                                   por el perímetro de la sección y recorrido por una corriente I, del mismo sentido que la del sole-
                                   noide que crea el campo exterior. Esta corriente creará un campo que se sumará al del solenoide.
                                   QUEDA DE ESTA FORMA EXPLICADO CUALITATIVAMENTE EL PARAMAGNETISMO.
                                      Obsérvese que la alineación de los momentos magnéticos nunca es total, ya que la agitación
                                   térmica de las moléculas tiende a desordenarlas, por ello cuanto más baja sea la temperatura me-
       Fig. XXI-59.– Sustancias en las que  nor es la agitación térmica y por lo tanto más perfecta es la orientación de los momentos magnéti-
       los momentos magnéticos de sus áto-  cos, haciéndose más intensos los efectos paramagnéticos.
       mos o moléculas tienen un determi-
       nado valor.                    LOS EFECTOS DIAMAGNÉTICOS SE EXPLICAN CUALITATIVAMENTE DE LA SIGUIENTE FORMA:
                                      Nos basamos, igual que antes, en el giro de los electrones en torno al núcleo equivaliendo a
                                   verdaderas corrientes circulares o elípticas que engendran campos magnéticos. El distinto sentido
                                   de giro de los electrones puede provocar una compensación de los campos magnéticos creados y
                                   el átomo es, en sí, magnéticamente neutro. Al situarlo en un campo magnético las corrientes
                                   electrónicas obedecen a la ley de Lenz (ver en el capítulo siguiente: «corrientes inducidas»), opo-
                                   niéndose al aumento de flujo, es decir, aumentando o disminuyendo su velocidad para crear un
       Fig. XXI-60.– Orientación total de  campo de sentido contrario al inductor y que se resta de él. Por esta razón el campo en el interior
       los momentos magnéticos de los áto-  de los cuerpos diamagnéticos es menor que el campo que provoca la imanación. (Aunque los
       mos o moléculas.            campos magnéticos de las corrientes electrónicas no estén compensados este efecto diamagnético
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