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734 EL NÚCLEO ATÓMICO

                                              cambia ni el número másico ni el atómico, solamente cede energía electromagnética
                                              como consecuencia de ajustes energéticos. Para que se produzca, el núcleo ha de
                                              estar inicialmente excitado, lo que suele ocurrir tras una desintegración a o b. La
                                              medida de la energía de los fotones y emitidos por los núcleos es uno de los méto-
                                              dos más importantes para el estudio de la naturaleza de las fuerzas nucleares.
                                                 Dentro de la radiación  b se incluye el proceso de  captura electrónica, que se
                                              produce cuando un electrón de la corteza es atrapado por el núcleo, y que se da so-
                                              bre todo en átomos pesados, en los que la capa electrónica K está muy próxima al
                                              núcleo. Se conoce también como captura K. Tras una captura electrónica el número
                                              atómico disminuye en una unidad sin variar el número másico (Fig. XXX-13). El
                                              hueco dejado por el electrón capturado es ocupado por otro electrón exterior, que
                                              al pasar a la capa K emite un fotón X del espectro característico del átomo.
       Fig. XXX-14.– La partícula  a es emitida con una  XXX – 13. Desintegración alfa
       energía E (<U ) tras atravesar la barrera de poten-
                B
       cial por efecto túnel.                    Es la emisión de partículas a  por un núcleo. El proceso se puede representar de
                                              la forma (Fig. XXX-12):
                                                               A X       A -4  4 He
                                                               Z    ®    Z -2 Y+  2
                                      Un ejemplo es la desintegración del U-238:
                                                           238 U      234       a (  4 He)
                                                           92    ®    90  Th+ a   º  2
                                      Los núcleos pesados al desintegrarse emiten siempre partículas  a y nunca otras partículas,
                                   como podrían ser protones o núcleos de berilio. La razón de esto radica en la gran energía de liga-
                                   duras de las partículas  a, no en vano tienen un número mágico de protones y de neutrones (son
                                   doblemente mágicas). La relación que deben verificar las energías de enlace de los núcleos que in-
                                   tervienen en este tipo de desintegración, se puede expresar de la forma:
                                   E (Z, N) £E (Z – 2, N – 2) +E (a)
                                             B
                                    B
                                                            B
                                   y de derecho, todas las desintegraciones a que cumplen esta relación se dan realmente.
                                      El que un núcleo emita una partícula a no significa que ésta exista permanentemente en su in-
                                   terior; las interacciones de los nucleones hacen que, esporádicamente, dos protones y dos neutro-
                                   nes se agrupen durante un corto tiempo, y si tal agrupamiento se verifica en la superficie del nú-
                                               cleo, entonces existe la posibilidad de que salga de el como partícula independien-
                                               te. Para que esto se produzca, la partícula a ha de vencer una barrera de potencial
                                               como la de la figura XXX-14, que en núcleos emisores a es de aproximadamente
                                               30 MeV; sin embargo, los valores experimentales de la energía que poseen las
                                               partículas emitidas están entre 4 y 7 MeV. Con esta energía la partícula debería
                                               permanecer indefinidamente en el interior del núcleo.
                                                  Esta contradicción fue aclarada en 1928 por Gamow gracias a la mecánica
                                               cuántica: la partícula a tiene una cierta probabilidad de atravesar la barrera por MUESTRA PARA EXAMEN. PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN. COPYRIGHT EDITORIAL TÉBAR
                                               efecto túnel (Párrafo XXVII-41).
                                                  Una prueba de la existencia de niveles energéticos en el núcleo es el hecho de
       Fig. XXX-15.– En una desintegración a, estas partí-  que el espectro de energías de la radiación a es discreto; un núclido determinado
       culas se emiten con un espectro discreto de energías.  emite siempre partículas con una serie de valores de energía determinados, y nun-
       Si el núcleo hijo queda excitado, puede pasar al esta-  ca con los intermedios. Por ejemplo, el Ra–226 puede emitir, desde su estado fun-
       do fundamental por emisión de fotones g.
                                               damental, con energías de 5,784, 5,597 ó  5,334 MeV, lo que significa que el
                                               Rn–222 tiene al menos tres niveles discretos de energía: el fundamental y dos exci-
                                   tados, con energías de 5,784 – 5,597 = 0,187 MeV y de 5,784 – 5,334 = 0,450 MeV por encima
                                   del fundamental. Si en una emisión a del radio, el núcleo de radón, queda en estado excitado, éste
                                   emitirá a continuación un fotón g pasando así a su estado fundamental (Fig. XXX-15).
                                      Las medidas experimentales de las energías de la partícula a y del fotón emitidos concuerdan
                                   con las esperadas a partir de las energías de enlace de los núcleos padre e hijo.

                                   XXX – 14. Desintegración beta. El neutrino
                                      Se entiende por desintegración nuclear beta aquella la en que el número másico permanece
                                   constante y el número atómico cambia en una unidad.
                                      En la desintegración beta negativa se emite un electrón, pudiendo representarse el proceso en
                                   la forma:
                                                                A X  ®     A Y+  0 e                        (1)
       Fig. XXX-16.– La desintegración                          Z        Z +1   -1
       beta negativa (Z¢=Z +1, N¢=N – 1)  por ejemplo:  14 6 C  ®  14 7  N + b  ( ºb  - 0 1 e)
       y las beta positiva y captura electró-
       nica (Z¢=Z – 1, N¢=N +1) son for-  La razón N/Z disminuye, es por tanto la forma de ganar estabilidad que tienen los núcleos situa-
       mas de transmutación de núcleos  dos inmediatamente por encima de la zona de estabilidad del diagrama de Segrè (Fig. XXX-16).
                                                                  +
       próximos a la zona de estabilidad.  En la desintegración beta positiva (b ) la partícula emitida es un positrón:
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